domingo, 29 de abril de 2012

LA HISTORIA NEGRA Y OCULTA DE LOS PAPAS.


SERGIO III conocido como “esclavo de todos los vicios” por sus cardenales, llegó al poder tras asesinar a su predecesor y tuvo un hijo con su amante adolescente, treinta años más joven que él, la prostituta Marozia; el hijo ilegítimo de la pareja pasaría a ser el papa siguiente.


Muchos de los papas eran tan depravados en sus acciones que los que no profesaban ninguna religión ni creencia, se avergonzaban de ellos. Pecados como el adulterio, la sodomía, la violación, el asesinato y el abuso extremo del alcohol, han sido cometidos por muchos papas a través de la historia.


Curiosamente, ninguno de los papas del último siglo y medio, desde León XII hasta el actual, Benedicto XVI, repito, ninguno, jamás ha manifestado el más mínimo reproche a esas sórdidas historias que están grabadas en los libros con letras escritas con escarnio y vergüenza.


Repito: ningún papa ha pedido perdón por el pasado ni ha renegado de esas prácticas deleznables.


Soy consciente de que atribuirles esta clase de pecados (para los que crean en el pecado) a quienes se autoproclaman como los «Santos Padres», los «Vicarios de Cristo» o el «obispo de obispos», será alarmante para algunos de los lectores de esta bitácora, pero para los estudiosos de la historia del papado, es una realidad que muchos descendientes de Pedro han sido de todo, menos hombres santos.


El papa Sergio II, que reinó del 904 al 911, obtuvo la oficina papal por medio del asesinato. Los anales de la Iglesia de Roma hablan sobre su vida en pecado con Marozia, una conocida prostituta de esa época, quien le engendró varios hijos ilegítimos. Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Gregorio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espacio de siete años este hombre ocupó la silla de san Pedro, mientras que su concubina, imitando a Semíramis madre, reinaba en la corte con tanta pompa y lujuria, que traía a la mente los peores días del viejo Imperio». Refiriéndose a otra, dice: «Esta mujer -Teodora de nombre-, junto con Marozia, la prostituta del Papa, llenaron la silla papal con sus hijos bastardos y convirtieron su palacio en un laberinto de ladrones».


Y así, comenzando con el reino del papa Sergio, vino el período (904-963), conocido como «el reinado papal de los fornicarios».


Teodora hizo papa a Juan X (914-928). Este había sido enviado a Ravena como arzobispo, pero para satisfacer sus deseos carnales, lo hizo volver a Roma y lo hizo nombrar papa. Su reinado tuvo un fin súbito, cuando Marozia lo asesinó.


Marozia quería deshacerse de Juan X para, de esta manera, poder llevar a León IV (928-929), al oficio papal. Su reinado fue muy breve, pues éste también fue asesinado por Marozia cuando ella se enteró de que este había entregado su cuerpo a una mujer más descarada que ella.


Poco después llevó a su propio hijo ilegítimo (de Sergio III) al trono papal. ¡El muchacho era todavía un adolescente! Tomó el nombre de Juan XI. Pero durante un altercado con los enemigos de su madre fue azotado y puesto en prisión, donde lo envenenaron y murió.


En el año 955 el nieto de la prostituta -después de varios encuentros sangrientos- pudo tomar posesión del trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. Llegó a ser tan corrompido que los cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra él. Este rehusó a presentarse para contestar a las acusaciones y en vez de esto, ¡los amenazó con excomulgarlos a todos! Aun así le hallaron culpable de varios crímenes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebió un brindis dedicado al demonio, jugó a los dados e invocó la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral. Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo católico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de él: «Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público, porque el papa Juan no tenía respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que él faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apóstoles, Pedro y Pablo». Levantó la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prostitución pública» y fue descrito por el Liber Pontificalis con las siguientes palabras: «Pasó toda su vida en adulterio». Finalmente, su vida terminó mientras cometía adulterio: el furioso esposo de la mujer con las que copulaba, lo mató.


El papa Bonifacio VII (984-985) mantuvo su posición a través de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refirió a él (y también a Juan XII y León VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan murió, el pueblo romano arrastró su cuerpo desnudo por las calles. La sangrienta masa de carne humana que había sido un papa, fue dejada a los perros. A la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretamente. Bonifacio asesinó al papa Benedicto VI estrangulándolo. El papa Silvestre II lo llamó «un horrendo monstruo que sobrepasó a todo mortal en su maldad». Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia Católica dice que «... el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».


Enseguida, vino el papa Juan XV (985-996) quien dividió las finanzas de la Iglesia entre sus familiares, lo que le trajo la reputación de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones».


Benedicto VIII (1012-1024) «compró el oficio de papa por medio de chantaje». El siguiente papa, Juan XIX (1024-1033), también compró el papado y pasó por toda la escala de títulos eclesiásticos reconocidos, en un solo día. Después de esto, Benedicto IX (1033-1045) fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma. Este papa-niño creció en la maldad y «cometió homicidios y adulterios en pleno día; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires». Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterró de Roma.


Finalmente, la compra y venta del cargo papal se hizo tan común y la corrupción tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligió a Clemente II (1046- 1047), que era un clérigo alejado de la corte papal porque «ningún sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupción de simonía y de fornicación», declaró un historiador.


Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasó a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocente»), hizo asesinar a más de cien mil supuestos «herejes». El promovió la más infame y diabólica acción en la historia de la humanidad: la Inquisición. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la Inquisición para poder mantener el poder. No se tiene constancia del número de personas inocentes fueron asesinadas al no estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana.


El papa Bonifacio VIII (1294-1303) -otro de la negra lista medieval- practicó la brujería. Llamó mentiroso e «hipócrita» a Cristo, profesó ser ateo, negó la vida futura y fue un homicida y un pervertido sexual. Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo, con mujeres o con niños, es tanto pecado como frotarse las manos». Y -aunque parezca imposible- él fue quien escribió la bula Unam Sanctum, en la cual declaró oficialmente que la Iglesia Católica es la única y «verdadera» Iglesia, ¡fuera de la cual nadie puede salvarse! Fue este papa tan inmoral quien declaró oficialmente: «Nosotros afirmamos y declaramos definitivamente que es necesario para la salvación, que todo ser humano sea sujeto al pontífice de Roma».


Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitó Roma. Describió el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupción», y puso a Bonifacio (junto con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las profundidades del infierno».


Durante el período de 1305 a 1377, el palacio papal estuvo situado en Avignon (Francia). Durante esta época, Petrarca declaró que dicho establecimiento papal era un lugar de «violación, adulterio y toda clase de fornicación». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como consecuencia, en muchas parroquias los feligreses insistían en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como protección para sus propias familias».


En el Concilio de Constanza, tres papas y algunas veces cuatro, se insultaban todas las mañanas, acusándose los unos a los otros de anticristos, demonios, adúlteros, sodomitas, enemigos de Dios y del hombre. Uno de estos «papas», Juan XXII (1410- 1415), compareció ante el Concilio para dar cuenta de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayoría) de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto y homicidio» Y se probó con una legión de testigos que había seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenía un harén donde no menos de doscientas muchachas habían sido víctimas de su lujuria. Por todo ello el Concilio lo halló culpable de 54 crímenes de la peor categoría; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecía, el indigno papa optó por huir.


El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta información sobre su inmoral reinado: «Su señoría, papa Juan, cometió perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vírgenes, adulterio con casadas y toda clase de crímenes sexuales... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado públicamente el Diablo encarnado». Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prostitución, el juego y la usura. Se le ha llamado con frecuencia «el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».


Del papa Pío II (1458-1464) se dice que fue el padre de muchos hijos ilegítimos. «Hablaba en público sobre los métodos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jóvenes y hasta ofrecía instruirlos en métodos de autoindulgencia». Pío fue seguido de Pablo II (1464-1471), quien mantenía una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio.


Vino después el papa Sixto IV (1471-1484); éste tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales. Financió sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al más alto postor, y «usó el papado para enriquecerse él y sus familiares. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, aunque algunos de ellos siendo aún niños. En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizó con los césares. El y sus familiares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».


El papa Inocencio VIII (1484-1942) tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos engendrados en el Vaticano. Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.


Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomó el nombre de Alejandro VI (1492- 1503) Y ganó su elección al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica común en aquellos días. Antes de ser papa, cuando aún era cardenal y arzobispo, vivió en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y después con la hija de ésta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el día de su coronación nombró a su hijo -joven de temperamento y hábitos viles- como arzobispo de Valencia. Vivió en incesto público con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y amante de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo. El 31 de octubre de 1501 realizó una orgía sexual en el Vaticano, que no ha tenido parangón alguno en los anales históricos de la humanidad.


En cuanto al papa Pablo III (1534-1549), incluso la revista de signo católico Life dijo que siendo cardenal había tenido 4 hijos y en el día de su coronación celebró el bautismo de sus dos bisnietos; que eligió a dos de sus sobrinos adolescentes como cardenales, realizó festivales con cantantes, bailarinas, bufones y buscó ayuda de astrólogos.


El papa León X (1513-1521) fue elegido para 27 oficios diferentes clericales antes de tener 13 años de edad. Fue enseñado a considerar los cargos eclesiásticos sólo como un medio de ganancia. Con su producto compró el cargo y declaró que el quemar a herejes era una orden divina.


Fue durante esos días que Martín Lutero, siendo aún sacerdote de la Iglesia Romana, viajó a Roma. Al ver por primera vez la Ciudad de las Siete Colinas, cayó al suelo diciendo: «Santa Roma, te saludo». No había pasado mucho tiempo en dicha ciudad, cuando pudo darse cuenta de que Roma era todo menos una ciudad santa. Pudo ver que la iniquidad existía en todas las clases del clero. Los sacerdotes contaban chistes indecentes y usaban palabras profanas, incluso en la misa. Lutero describió a los papas de la época como peores en su conducta que los emperadores paganos y explica que los banquetes de la corte papal eran servidos por doce mujeres desnudas. «Nadie puede imaginarse los pecados tan infames y los actos que son cometidos en Roma -dijo-; tienen que ser vistos y escuchados para ser creídos». Tanto es así, que se acostumbra a decir: «Si hay un infierno, Roma está construida sobre él».


Durante la visita de Lutero a Roma, vio una estatua en una de las vías públicas que conducen a San Pedro, que le llamó la atención, pues era de una papisa, y junto con el cetro y la mitra papal, tenía un niño en sus brazos. Era la estatua de la papisa Juana. «Estoy sorprendido -dijo Lutero- de cómo los papas permiten que la estatua permanezca allí». Cuarenta años más tarde, después de la muerte de Lutero, dicha estatua fue quitada por orden del papa Sixto V.


¿Quién fue este papa femenino al que la estatua representaba? Se dice que nació en la tierra del Rhin, en Ingleheim. Fue aclamada en Mainz por su sabiduría y más tarde se disfrazó de hombre para entrar en el célebre monasterio de Fulda (entre Frankfurt y Bebra). Se dice que también estudió en Inglaterra y Atenas y después recibió la posición de profesora de la Schola Grrecorum de Roma, antiguo colegio de diáconos. Allí ganó tanta influencia como hombre, que fue elegida papa. Sin embargo, después de un pontificado de dos años, un mes y cuatro días, fue descubierta su condición de mujer: mientras formaba parte de una procesión, dio a luz a un niño y murió. Fue en este sitio donde se erigió la estatua del papa femenino.


En tiempos recientes, la historia de la papisa Juana ha sido discutida. Por razones obvias, Roma ha tratado de ocultarlo; sin embargo, antes de la época de la Reforma, la cual expuso tanto pecado en la Iglesia Romana, la historia era parte de las crónicas y conocida por obispos e incluso por los mismos papas. El papa Anastasio, por ejemplo, la menciona en su escrito Historia de los pontífices romanos. De hecho, todos los libros de historia de antes de la Reforma mencionan a la papisa Juana o en texto o en el margen. Se discute que hasta el siglo XV los papas tenían que pasar por un examen físico para que el caso de la papisa -el papa femenino-- no se volviera a repetir. Obviamente, la idea de un papa femenino rompe la doctrina católica de la «sucesión apostólica» y, por lo tanto, es natural que la Iglesia Romana trate de ocultar esta historia. Al llegar al final de este tema habiendo mencionado la gran inmoralidad que ha existido en la vida de algunos papas, no queremos dar la impresión de que todos los papas han sido tan malvados como éstos. Sin duda que los que hemos anotado aquí fueron los peores; pero ha sido necesario referirnos a ellos para demostrar que la afirmación católica de que el papado es una «sucesión apostólica» es totalmente falsa. Tal declaración significa que todos estos papas, incluyendo a los más ignorantes y perversos, han de ser tomados en cuenta en la "línea de sucesión desde el apóstol Pedro" y hay que considerarles "infalibles".




ESTE ARTÍCULO VA MUY DE ACUERDO A NUESTRO BLOG DE "PROFECÍAS BÍBLICAS", YA QUE SIGUE CONFIRMÁNDOSE LO QUE DICE APOCALIPSIS SOBRE LA "GRAN RAMERA" O "MUJER EBRIA DE LA SANGRE DE LOS MÁRTIRES DE JESÚS". SU CEDE EL VATICANO, SERÁ DESTRUÍDO EN LOS DÍAS DE GRAN TRIBULACIÓN Y ABRÁ GOZO EN EL CIELO (APOCALIPSIS 18:1-10)



                BONIFACIO VIII (1294-1303)

El papa BONIFACIO VIII,otro de la negra lista medieval practicó la brujería. Llamó mentiroso e «hipócrita» a Cristo, profesó ser ateo, negó la vida futura y fue un homicida y un pervertido sexual.
Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo o con mujeres, es tan pecado como frotarse las manos». Y -aunque parezca imposible- él fue quien escribió la bula Unam Sanctum, en la cual declaró oficialmente que la Iglesia Católica es la única y «verdadera» Iglesia, ¡fuera de la cual nadie puede salvarse!
Este inmoral papa declaró oficialmente: «Nosotros afirmamos y declaramos definitivamente que es necesario, para la salvación, que todo ser humano sea sujeto al pontífice de Roma».

Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitó Roma. Describió el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupción», y puso a Bonifacio (junto con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las profundidades del infierno».


CLEMENTE VI (1342-1352)
Toda apariencia de decoro se abandonó cuando el papado se trasladó a Abiñón, en el sur de Francia, durante setenta y cinco años. El poeta Petrarca impuso al bon vivant Clemente VI el nombre de Dionisos eclesiástico por el número de amantes y la gravedad de su gonorrea.
A su muerte, cincuenta sacerdotes ofrecieron la misa por el reposo de su alma durante nueve días seguidos, pero el ingenio francés concluyó que esto no era ni mucho menos suficiente
Durante esta época, Petrarca declaró que dicho establecimiento papal era un lugar de «violación, adulterio y toda clase de fornicación». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como consecuencia, en muchas parroquias los feligreses insistían en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como protección para sus propias familias».


PABLO II (1464-1471)

Pablo II, quien mantenía una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio.
Quiso utilizar el nombre de Formoso II (Formoso en latín significa hermoso), ya que estaba completamente convencido de su belleza. Los cardenales ante esto lo convencieron de que dejara su vanidad a un lado y llevara otro nombre optando por el de PABLO
Falleció el 26 de julio de 1471. Oficialmente la muerte se debió a una indigestión con melón o un atoro con otra fruta aunque leyendas populares le atribuyen la muerte a un ataque al corazón mientras era sodomizado por un paje.





JULIO III (1150-1155)

El romántico recalcitrante JULIO III, se enamoró de un joven y apuesto mendigo a quien vio peleándose en la calle con ropa de un vendedor ambulante.
El papa nombró cardenal a aquel joven analfabeto de diecisiete años, lo que inspiró un poema épico, “En elogio de la sodomía”, escrito probablemente por un arzobispo descontento, dedicado en su honor.



INOCENCIO VIII (1484-1492)

El papa Inocencio VIII, tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos ni que fueran engendrados en el Vaticano. Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.
En su lecho de muerte ordenó que una bonita ama de cría le diera leche fresca de su pecho.





                                                                                     ALEJANDRO VI (1492-1503)


Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomó el nombre de AlLEJANDRO VI Y ganó su elección al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica común en aquellos días.
Antes de ser papa, cuando aún era cardenal y arzobispo, vivió en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y después con la hija de ésta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el día de su coronación nombró a su hijo -joven de temperamento y hábitos viles- como arzobispo de Valencia. Vivió en incesto público con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y amante de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo. El 31 de octubre de 1501 realizó una orgía sexual en el Vaticano, que no ha tenido parangón alguno en los anales históricos de la humanidad.



BONIFACIO VII (984-985)

El papa BONIFACIO VII, mantuvo su posición a través de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refirió a él (y también a Juan XII y León VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan murió, el pueblo romano arrastró su cuerpo desnudo por las calles. La sangrienta masa de carne humana que había sido un papa, fue dejada a los perros.
A la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretamente. Bonifacio asesinó al papa Benedicto VI estrangulándolo.
El papa Silvestre II lo llamó «un horrendo monstruo que sobrepasó a todo mortal en su maldad». Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia Católica dice que «... el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».





BENEDICTO IX ( 1033-1045)


BENEDICTO IX, fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma.
Este papa-niño creció en la maldad y «cometió homicidios y adulterios en pleno día; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires».Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterró de Roma.
Finalmente,la compra y venta del cargo papal se hizo tan común y la corrupción tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligió a Clemente II (1046- 1047), que era un clérigo alejado de la corte papal porque «ningún sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupción de simonía y de fornicación»





                                                                                             JUAN XII (955-964)
JUAN XII, nieto de Marozia (amante de Sergio III) y bisnieto de Teodora (esposa del senador romano Teofilacto I) que fueron muy influyentes durante el periodo conocido como la pornocracia. Fue impuesto por su padre antes de su muerte en 954, y elegido papa tras la muerte de Agapito III.
El nieto de la prostituta, a sus dieciséis años, fue acusado de acostarse con sus dos hermanas y de la invención de un catálogo de vergonzosos nuevos pecados. Descrito por un historiador de la Iglesia como “la escoria misma” llegó a ser tan corrupto que los cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra él. Este rehusó a presentarse para contestar a las acusaciones y en vez de esto, ¡los amenazó con excomulgarlos a todos! Aun así le hallaron culpable de varios crímenes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebió un brindis dedicado al demonio, jugó a los dados e invocó la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral. Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo católico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de él: «Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público con él, porque el papa Juan no tenía respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que él faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apóstoles, Pedro y Pablo». Levantó la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prostitución pública» y fue descrito por el Liber Pontificalis con las siguientes palabras: «Pasó toda su vida en adulterio».
Finalmente, su vida terminó mientras cometía adulterio,murió a los veintisiete años, cuando el marido de una de sus amantes irrumpió en su dormitorio, le descubrió in fraganti y le destrozó el cráneo con un martillo.




JUAN X (914-928)
Teodora hizo papa a JUAN X, Este había sido enviado a Ravena como arzobispo, pero para satisfacer sus deseos carnales, lo hizo volver a Roma y lo nombro papa. gracias al apoyo de
Teofilacto I, su esposo y la hija de ambos Marozia.
Su reinado tuvo un fin súbito, cuando Marozia lo asesinó.Marozia quería deshacerse de Juan X para, de esta manera, poder llevar a León IV, (su amante) al oficio papal. Su reinado fue muy breve, pues éste también fue asesinado por Marozia cuando ella se enteró de que este había entregado su cuerpo a una mujer más descarada que ella.



                       INOCENCIO III (1194-1216)

Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna INOCENCIO III,sobrepasó a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio,el cual era todo menos inocente, hizo asesinar a más de cien mil supuestos «herejes».
El promovió la más infame y diabólica acción en la historia de la humanidad: la Santa Inquisición. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la Inquisición para poder mantener el poder. No se tiene constancia del número de personas inocentes que fueron asesinadas al no estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana.
De momento, ningún papa ha pedido perdón por la Santa Inquisición.


                            JUAN XXII (1410-1415)


JUAN XXII,compareció ante el Concilio para dar cuenta de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayoría) de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto y homicidio» Y se probó con una legión de testigos que había seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenía un harén donde no menos de doscientas muchachas habían sido víctimas de su lujuria. Por todo ello el Concilio lo halló culpable de 54 crímenes de la peor categoría; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecía, el indigno papa optó por huir.

El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta información sobre su inmoral reinado: «Su señoría, el papa Juan, cometió perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vírgenes, adulterio con casadas y toda clase de crímenes sexuales... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado públicamente el Diablo encarnado». Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prostitución, el juego y la usura. Se le ha llamado con frecuencia «el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».


                         SIXTO IV (1471-1484)

SIXTO IV, tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales. Financió sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al mejor postor, y «usó el papado para enriquecerse él y sus familiares. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, algunos de ellos siendo aún niños.
En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizó con los césares. El y sus familiares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».










                                                                                               PIO II (1458-1464)
Del papa PIO II,se dice que fue el padre de muchos hijos ilegítimos. «Hablaba en público sobre los métodos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jóvenes y hasta ofrecía instruirlos en métodos de auto indulgencia». para conseguir sus favores





JUAN XV (985-996)
JUAN XV, repartió las finanzas de la Iglesia entre sus familiares, lo que le trajo la reputación de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrupto en todas sus acciones»acusado de prácticas nepóticas
que lo llevaron al final de su pontificado a huir a Toscana. falleció en 996










JULIO II (1503-1513)

JULIO II, es recordado por haber encargado a Miguel Ángel los frescos del techo de la Capilla Sixtina. Fue también el primer papa que contrajo el “mal francés”, la sífilis, de prostitutos de Roma. El Viernes Santo de 1508 no pudo dejar que los fieles le basaran los pies por tenerlos completamente cubiertos de úlceras de la sífilis.







SERGIO III (904-911)


SERGIO III conocido como “esclavo de todos los vicios” por sus cardenales, llegó al poder tras asesinar a su predecesor y tuvo un hijo con su amante adolescente, treinta años más joven que él, la prostituta Marozia; el hijo ilegítimo de la pareja pasaría a ser el papa siguiente. Los más altos puestos del Vaticano se adjudicaban mediante subasta, como si fueran baratijas,
Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Gregorio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espacio de siete años este hombre ocupó la silla de san Pedro, mientras que su concubina, reinaba en la corte con tanta pompa y lujuria, que traía a la mente los peores días del viejo Imperio». Refiriéndose a otra, dice: «Esta mujer -Teodora de nombre-, junto con Marozia, la prostituta del Papa, llenaron la silla papal con sus hijos bastardos y convirtieron su palacio en un laberinto de ladrones».
Y así, comenzando con el reino del papa SERGIO III, vino el período (904-963), conocido como «el reinado papal de los fornicarios».














sábado, 28 de abril de 2012

EL CÓDIGO SECRETO DE LA BIBLIA: VERDADES Y MANIPULACIONES.






Yitzhak Rabín




Este código, aparentemente fue descubierto en la versión hebrea del Antiguo Testamento (Torah), eliminando los espacios entre palabras, y convirtiendo el texto en una única hebra de 304.805 letras. Este código descubierto ha sido confirmado por matemáticos no creyentes y especialistas en codificación del pentágono, además de haber sido probado en otros textos, comprobándose que sólo en la Biblia se da éste fenómeno.
El código narra hechos que sucedieron mucho después de que fuera escrita la Biblia. Se indican nombres completos, fechas, lugares y otras características sobresalientes de cada uno de los sucesos.
-"Shakespeare", "llevó a escena", "Macbeth", "Hamlet"-"Asesinato de Rabin", "Amir"(nombre del asesino del primer ministro israelí), "Tel-Aviv", "En 5.756" (Año judío equivalente a 1.995-1.996).-"Hitler", "hombre malvado", "nazi y enemigo", "matanza"-"Edison", "electricidad", "bombilla"-"Hermanos Wright", "aeroplano"-"Newton", "gravedad"-"Clinton", "presidente"-"Fue hecho por ordenador", "la escritura grabada en las tablas"-Incluso se hace una pequeña alusión a Francisco Franco.
En 1994, un periodista estadounidense llamado Michael Drosnin visitó Israel para decirle a un poeta amigo suyo, Jaim Guri, que tenía una carta para serle enviada al primer ministro Yitzhak Rabin. En su carta, Drosnin decia que, de acuerdo a un mensaje secreto oculto en la Torá, la versión hebrea de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, Rabin sería asesinado. Guri le hizo llegar la carta a Rabin, pero por desgracia la ignoró, y Rabin fue asesinado un año después.
Convencido de que su predicción debía haber tenido un origen divino, Drosnin escribió un libro al que tituló “El Código de la Biblia” en el que explicaba cómo estaban codificados los mensajes en la Torá. El método estaba basado en el trabajo de un matemático de origen letón-israelita llamado Eliyahu Rips, que a su vez se había inspirado en los estudios de un profesor de escuela llamado Avraham Oren. Este no es un caso extraordinario. Muchos otros, incluso Isaac Newton, se habían adentrado en la búsqueda de mensajes ocultos en textos antiguos.
El libro de Drosnin fue un gran éxito, que fue seguido por su secuela, “El código de la Biblia II: la cuenta atrás”.
Según se dice, Los códigos ocultos de la Biblia son descifrados por medio del mecanismo de espacios equidistantes entre letras o ELS. Por ejemplo, siguiendo este mecanismo, si tomamos la palabra maracas y extraemos la primera de cada tres letras obtenemos la palabra más. En este caso la palabra más está codificada en la palabra maracas como un ELS de salto 3. Eso es todo lo que hay que hacer.
Ahora imagine una frase escrita en una matriz, sin espacios ni puntuación, como una gigantesca sopa de letras. Una palabra codificada de esta manera, aparecerá en una línea, vertical, diagonal o en horizontal, e incluso utilizando saltos en los cuadrados. Podría ser por ejemplo en saltos en L, como el movimiento de los caballos de ajedrez, o movimientos similares, como 4 en una dirección y una en perpendicular etc. Si tuviésemos enfrente una sopa de letras lo suficientemente grande podríamos encontrar cualquier palabra.
Una vez viendo cómo encontrar las palabras en un texto codificado, la pregunta es ¿qué ocurre con las frases? Según se dice, Todo lo que hay que hacer es encontrar las palabras que aparecen en la matriz, juntas unas de otras. Pero se puede hacer la matriz tan grande como quiera.
Las palabras pueden combinarse aunque estén identificadas en diferentes direcciones o con diferentes saltos. Imagine una enorme sopa de letras con un montón de palabras remarcadas. Esa es la manera en la que las frases son formadas según la metodología del código de la Biblia. No hay reglas a seguir para que una frase se forme. Depende de la interpretación personal del que observa las palabras sueltas.
Siempre hay muchas palabras cortas en una matriz que interesan analizar, por lo que es fácil encontrar palabras de apoyo para construir la frase deseadas.
El código de la Biblia guarda algo bien importante: el idioma hebreo. El hebreo tiene diferentes maneras de escribir la misma palabra. Cuando Drosnin escribió el Código de la Biblia, sacó el máximo partido a estas ambigüedades para obtener el máximo número de palabras disponibles para la construcción de frases. Ha sido ampliamente criticado por ello. Drosnin había usado con ventaja la flexibilidad de la lengua hebrea, mezclando libremente hebreo clásico (sin vocales, donde las letras Y y W son estrictamente consonantes) con hebreo moderno (donde Y y W suelen indicar las vocales I y U), así como las variaciones en el uso de K y T, encontrando el significado deseado. Aun así, para encontrar el nombre de Yitzhak Rabin, en hebreo, tuvo que usar un valor de salto ELS de 4.772. Esto cubre un bloque de texto en el que es posible encontrar casi cualquier otra palabra.
Pero Drosnin afirma que el código no es el resultado del azar. En su primera secuela, El Código de la Biblia II, Drosnin afirma que la Biblia fue escrita por extraterrestres. Según ÉL dice, En realidad fue escrita por los mismos extraterrestres que trajeron el ADN a la Tierra y con él la vida como la conocemos hoy en día. Drosnin cree que los extraterrestres dejaron la clave para descifrar el Código de la Biblia en un obelisco de acero enterrado cerca del Mar Muerto, e incluso afirma que ha ido él mismo en persona a buscarlo.
Pero volvamos a la famosa predicción de Drosnin sobre el asesinato de Yitzhak Rabin. Suena impresionante, pero tenga en cuenta tres puntos.
En primer lugar, fue sólo una de las innumerables predicciones que Drosnin hizo. El resto resultaron ser tonterías. Por ejemplo, la destrucción nuclear de la civilización entre los años 2000 y 2006, y la devastación de Los Ángeles por un meteorito en 2006. Esto es lo que suelen hacer los psíquicos famosos. Recordar sólo los éxitos y olvidar los fallos.
En segundo lugar, en el momento en que hizo la predicción sobre Drosnin Rabin, era una certeza de que el que Rabin iba a ser asesinado. La derecha dura judía estaba enfurecida con Rabin y con los palestinos, con los que estaba tratando de instaurar la paz. Los expertos decían que lo único que quedaba por dilucidar era el grupo anti-paz que iba a llegar primero. Psíquicos de todo el mundo predijeron su asesinato, aunque Drosnin fue el único que tuvo la suerte de aparecer en el show de Oprah Winfrey, incluso aunque en su predicción no daba detalles sobre el momento o lugar del atentado. Esta promoción es la única razón por la que el libro de Drosnin se hizo popular, a diferencia de los otros psíquicos.
En tercer y último lugar, la predicción de Drosnin se basaba en que encontró el nombre “Yitzhak Rabin” y la palabra hebrea que significaba “asesinar”. Abreviada también significa “asesino”. Entre la enorme sopa de letras que componía la matriz sobre la que encontró el nombre de Rabin, Drosnin selecciono las que formaban la frase “Un asesino asesinará a Yitzhak Rabin” para lo cual tomó dos veces la misma palabra “asesino”. La frase también podría haber sido “Rabin, el asesino, asesinará a Yitzhak” o cualquier otra posible combinación utilizando este o cualquier otro nombre que pudiese aparecer en la matriz.
El libro de Drosnin se abre con la matriz que anuncia el asesinato de Rabin. Poco después, Drosnin encuentra la predicción de la elección de Netanyahu como nuevo primer ministro. Desgraciadamente, la matriz anunciaba también el asesinato de éste. Todo parecía combinarse para indicar que, el 13 de septiembre de 1996, se desencadenaría una guerra nuclear en Oriente Medio, que sería la chispa del fin del mundo. La tensión va aumentando a lo largo del libro hasta que el clímax se produce cuando Netanyahu anuncia un viaje a Amman, para entrevistarse con el rey Hussein de Jordania. Revisando la matriz donde se hablaba de Netanyahu, Drosnin encuentra la expresión "Julio a Amman":
Una vez más, el código bíblico había demostrado estar en lo cierto. Tres mil años antes había previsto que en julio de 1996 Netanyahu iría a Amman. Si el código acertaba con ello, si se mostraba preciso hasta en los más mínimos detalles, entonces era más que probable que también acertara respecto al «holocausto atómico», el «holocausto de Israel» y la «guerra mundial». El peligro se perfilaba cada vez más.
Entonces, en el último momento, el viaje de Netanyahu sufrió un aplazamiento inesperado. La noche antes de que el mandatario israelí saliera para Amman, el rey Hussein había enfermado. El primer ministro no fue a Jordania hasta el 5 de agosto.
¿Se había equivocado el código de la Biblia?. No creo que el "código", sino lo que se quizo mostrar o manipular que no era más que mera especulación. El «primer ministro Netanyahu» fue «a Amman», tal como estaba anunciado desde hacía tres mil años, pero no en «julio» como aseguraba Drosnin.
El principio de incertidumbre se formula claramente en que cuanto más precisamente se mide el qué, con menor precisión podrá medirse el cuándo. Ésa es la razón por la cual la mecánica cuántica no predice uno sino muchos futuros posibles.
Drosnin domina con cierta habilidad la técnica literaria. Introduce lentamente su exposición y, poco antes del final, cuando se ha creado un clímax de intriga total, lanza el jarro de agua fría. El asombrado lector apenas si se lo cree. Después de 150 páginas ¿es todo un cuento? No, no tiene sentido. Así, Drosnin puede conseguir hacer tragar al lector todo el resto de su fantástico código. Encontrada la palabra mágica "postergado" (%%:), ahora resulta que esas tres consonantes hebreas interceptan todas las profecías de muerte encontradas en la matriz que anunciaba el asesinato de Netanyahu. La postergación del viaje de Netanyahu habría trastocado el futuro y ya no se produjo el asesinato en agosto y tampoco la guerra mundial. Para explicar este encadenamiento de causas, se recurre, como no, a la teoría del caos y al "efecto mariposa"...
Astutamente, Drosnin ya había introducido un principio de ambigüedad, mucho antes, deslizando la pregunta: "¿lo cambiaréis?". Los ejemplos en este nuevo sentido "ambiguo" del código bíblico se multiplican en las páginas finales del libro, que con tanta precisión había comenzado. Así, el libro se cierra con una traca final, en medio de la ambigüedad sobre el futuro próximo (primera década del tercer milenio), para el que se anuncia el fin en una última matriz: en vertical "holocausto atómico", en horizontal "en el fin de los días" y "código salvará".
A estas alturas no sorprenderá si quizás Hubiera rebuscado Drosnin en la matriz para localizar la palabra "postergado" de haberse producido realmente el asesinato de Netanyahu. Es difícil responder a esta pregunta; pero tal vez podamos responder a otra: ¿qué habría pasado de no ser asesinado Rabin?
Profundizando un poco en cuanto al código, las matrices únicamente se ven como sopas de letras en las que no sólo no percibimos a simple vista las palabras que pueden formarse, sino que no podemos verlas nunca al no conocer el idioma. Para un lector corriente, sólo se destacan de esas letras las que Drosnin ha marcado, y es como si el resto no dijera nada. Pero, si en vertical y en diagonal es difícil encontrar algo coherente, en horizontal tenemos el texto original de la Biblia, en el que todas las líneas pueden leerse, en todas dice algo. Teniendo esto en cuentay volviendo a la "revelación" de Drosnin, en vertical en el código, se lee el nombre de Itzhak Rabin y en horizontal "asesino que asesinará". ¿Qué pone a continuación?. En horizontal tenemos un texto bíblico ¿Cuál? Drosnin, indica, es Deu. 4:42 (8/215):

“Para que huyera allí el homicida que involuntariamente hubiera matado a su vecino sin haber tenido enemistad contra él en el pasado; y huyendo a una de estas ciudades, salvara su vida”:
El contexto se refiere a la institución por Moisés de tres ciudades de refugio, para que la persona que hubiera matado a otra accidentalmente, pudiera huir y estar a salvo de la venganza de los familiares de la víctima. Leyendo a la izquierda de "asesino que asesinará" (u "homicida que mate") se encuentra "a su prójimo por accidente, sin haberle tenido previamente aversión" . Dos cosas saltan aquí a la vista. Por una parte, la peculiar traducción "asesino que asesinará" resulta claramente forzada. El texto no habla de "asesinos", sino de personas corrientes que matan por accidente. Más aún, este texto utiliza un lenguaje legal y por ello emplea una casuística de relativo que se traduce correctamente en español por un subjuntivo: "que mate" o "que matara" , y no por un indicativo: "que matará" ("o que asesinará"). En segundo lugar, el texto completo desmonta la interpretación de Drosnin; porque está claro que el asesino de Rabin no lo mató "por accidente, sin haberle tenido previamente aversión". Si Drosnin siguiera traduciendo el texto, se vería el absurdo. Pero no lo hace y es como si las demás letras no dijeran nada. Sin embargo, el resto de la matriz dice justo lo contrario que Drosnin.


Está claro que una cosa es encontrar objetivamente palabras aisladas y otra cosa es el contexto que se les impone, que siempre es subjetivo.



Michael Drosnin